
El festival Visa pour l’Image en Perpiñán es uno de los encuentros más importantes para el fotoperiodismo y la fotografía documental, y el 2023 tuve la oportunidad de vivirlo en primera persona con mi proyecto 234. Asistí como parte del IEFC, donde participamos en una exposición colectiva. Ver mi trabajo impreso y expuesto en la pared, compartiendo espacio con otros proyectos, fue un momento emocionante y una gran recompensa al esfuerzo y dedicación invertidos.
Además de la exposición, el festival fue una oportunidad increíble para sumergirme en el mundo del fotoperiodismo. Asistí a conferencias con fotógrafos reconocidos y pude ver proyectos impresionantes que abordan temas sociales y de actualidad con una fuerza visual increíble. Fue inspirador descubrir cómo cada autor plantea su narrativa y el impacto que pueden generar sus imágenes. Conocer otros trabajos me permitió ver diferentes formas de trabajar y entender cómo se pueden abordar temas actuales desde distintos puntos de vista. Ejemplos de ello fueron los proyectos sobre la guerra en Ucrania, el conflicto en Gaza, el cambio climático y el desplazamiento que este está causando en el mundo. La diversidad de enfoques y narrativas en torno a estos temas me hizo reflexionar sobre la importancia de la fotografía para dar voz a realidades complejas y urgentes.
Uno de los momentos más importantes para mí fue la posibilidad de tener visionados de portafolio con agencias y editores. Entre ellos, tuve la oportunidad de presentar 234 a ANI (Association Nationale des Iconographes), quienes destacaron mi trabajo y le otorgaron un coup de coeur, un reconocimiento que valoro enormemente. Saber que mi proyecto resuena y puede tener un impacto es una motivación enorme para seguir adelante.
Más allá del aprendizaje y las oportunidades profesionales, el festival también fue un espacio para conocer gente increíble, compartir experiencias, reírnos y disfrutar de buenas conversaciones. Las cervezas al final del día, los encuentros con otros fotógrafos y la energía del festival hicieron que estos días en Perpiñán fueran aún más especiales.
Visa pour l’Image ha sido una experiencia enriquecedora en todos los sentidos. La importancia de dar visibilidad a un trabajo en el que has puesto tanto cariño y esfuerzo es fundamental, y eventos como este refuerzan la necesidad de seguir contando historias con imágenes. Sin duda, ha sido una experiencia inolvidable y un gran impulso para continuar con 234 y futuros proyectos.